Una mirada crítica a los riesgos y efectos secundarios del SPI y la polineuropatía
Se habla cada vez más del cannabis como opción médica, incluso para afecciones como el síndrome de piernas inquietas (SPI) y la polineuropatía. En los últimos años, la imagen que la sociedad tiene del cannabis se ha vuelto mucho más positiva, principalmente debido a sus posibles efectos terapéuticos. Sin embargo, a pesar del entusiasmo actual y la creciente disponibilidad, existen riesgos importantes que a menudo se pasan por alto. El cannabis debe considerarse de forma crítica, especialmente en lo que respecta al desarrollo de adicciones y sus efectos a largo plazo en el organismo.
Yo, Carsten, uno de los fundadores de Kalter Bruder®, tengo mucha experiencia con el cannabis y padezco SPI y los trastornos del sueño asociados desde hace más de diez años. Aunque el cannabis me ayudó a pasar algunas noches de insomnio, rápidamente experimenté efectos secundarios graves y la aparición de la adicción. En este artículo queremos aclarar: ¿Cuáles son los riesgos y consecuencias del consumo de cannabis, especialmente si se hace a largo plazo? ¿Y qué alternativas –como el CBD– están disponibles para lograr un alivio seguro y duradero de los síntomas?
La aparición de las adicciones: cómo afecta el cannabis al organismo
El cannabis contiene dos ingredientes activos principales: THC (tetrahidrocannabinol) y CBD (cannabidiol). Si bien el THC es responsable de la sensación de “subidón” y de los efectos psicoactivos, el CBD es valorado por sus posibles propiedades calmantes y antiinflamatorias. Pero el THC en particular conlleva un alto riesgo de adicción. Una cifra comúnmente citada es que alrededor del 9% de los consumidores habituales de cannabis desarrollan una adicción. Sin embargo, estudios recientes sugieren que esta cifra podría ser significativamente mayor, dependiendo de los patrones de consumo y la edad. El riesgo aumenta hasta un 17%, especialmente para los jóvenes menores de 18 años, y es aún mayor si se consume mucho a diario.
¿Cómo surge la dependencia? La dependencia del cannabis surge de la activación del sistema de recompensa en el cerebro. El THC se acopla a los receptores cannabinoides, lo que estimula la liberación de dopamina, la "hormona de la felicidad". Esta liberación artificial regular hace que el cerebro requiera cantidades cada vez mayores de THC para alcanzar el mismo efecto. Este llamado desarrollo de tolerancia conduce a un consumo frecuente y en cantidades cada vez mayores, lo que puede provocar dependencia psicológica. El consumo de cannabis también puede provocar síntomas físicos de abstinencia, como irritabilidad, dificultad para dormir, ansiedad y depresión.
Consumo de cannabis y otros medicamentos: la espiral de la adicción
El desarrollo de la adicción al cannabis es similar a lo que ocurre con otros medicamentos, como analgésicos, somníferos o sprays nasales. Estas sustancias suelen funcionar bien al principio y proporcionan alivio, pero el cuerpo se adapta rápidamente. Se inicia un círculo vicioso que se conoce como espiral de tolerancia .
¿Cómo surge tal espiral? Cuando tomas una sustancia con regularidad, ya sea un analgésico o cannabis, tu cuerpo se acostumbra a sus efectos. Esto significa que la dosis inicial pronto ya no será suficiente para lograr el efecto deseado. Es necesario aumentar la dosis para sentir el mismo resultado. Esto sucede con muchos medicamentos, por ejemplo:
- Analgésicos (opioides): El organismo desarrolla tolerancia, por lo que se requieren dosis cada vez más altas para aliviar el dolor. En Estados Unidos, la crisis de los opioides es un ejemplo bien conocido de este fenómeno, donde millones de personas se vuelven adictas a los analgésicos.
- Spray nasal: si utiliza el remedio para la congestión nasal durante demasiado tiempo, sus síntomas suelen empeorar tan pronto como el efecto del spray desaparece, lo que se conoce como efecto rebote , lo que le lleva a utilizar el spray aún más a menudo.
- Pastillas para dormir: Muchas personas desarrollan una adicción a las pastillas para dormir. También en este caso la eficacia disminuye con el tiempo y el cuerpo exige cada vez más para poder dormir durante una noche normal.
La situación es similar con el cannabis: el efecto inicial desaparece, el cuerpo exige más y esto no sólo conduce a la tolerancia, sino a menudo también a la dependencia física y psicológica. Esto se vuelve particularmente problemático para las personas con enfermedades crónicas como el SPI y la polineuropatía, ya que a menudo dependen de un alivio rápido y caen en la trampa de necesitar cada vez más sustancias para controlar los síntomas.
¿Qué pasa en el cuerpo cuando tienes adicciones?
El sistema nervioso central juega un papel clave en el desarrollo de las adicciones. Cuando el cuerpo recibe una sustancia repetidamente, el sistema de recompensa cambia. Se adapta a la ingesta regular y reduce la propia producción de hormonas de la felicidad como la dopamina. Tan pronto como se suspende la sustancia, se producen síntomas de abstinencia porque el cuerpo tiene que compensar la falta de dopamina.
Lo que es particularmente peligroso es que este desarrollo de tolerancia ocurre con casi todas las sustancias administradas artificialmente . Ya sea que se trate de medicamentos o drogas, el efecto desaparece con el tiempo y los usuarios se sienten obligados a aumentar las dosis o probar nuevas sustancias para lograr el mismo efecto. Esto no sólo provoca dependencia, sino también un mayor riesgo de efectos secundarios, ya que las cantidades consumidas son cada vez mayores.
CBD: ¿una alternativa al THC? Una visión diferenciada
El CBD (cannabidiol), el componente no psicoactivo de la planta de cannabis, a menudo se promociona como una alternativa segura al cannabis que contiene THC. El CBD ha ganado popularidad en los últimos años por sus efectos antiinflamatorios, analgésicos y ansiolíticos sin riesgo de adicción. ¿Pero qué tan efectivo es realmente?
Si bien hay estudios que sugieren que el CBD puede ayudar con el dolor crónico y el daño a los nervios, los resultados no son consistentes. Un estudio de 2019 de 1000 participantes mostró que el 60% de los sujetos experimentaron una mejoría en sus síntomas del SPI. Sin embargo, aún no está claro en qué medida esto se debe al efecto placebo o si es necesario optimizar la dosis para lograr un verdadero alivio.
Experiencia personal con el CBD: Mi propia experiencia con el CBD, sin embargo, fue decepcionante. A pesar de varios intentos con diferentes preparaciones y dosis, apenas sentí ningún efecto. Esta discrepancia sugiere que los efectos del CBD dependen en gran medida de factores individuales, como el metabolismo, el tipo de dolencia y la dosis de CBD. Por lo tanto, el CBD no debe verse como una solución milagrosa, sino más bien como un posible componente básico de un plan de tratamiento más completo.
Los intereses económicos y la legalización del cannabis en todo el mundo
El mercado del cannabis medicinal está en auge en todo el mundo, y los intereses económicos y políticos desempeñan un papel importante. El mercado mundial de cannabis medicinal estaba valorado en aproximadamente 20 mil millones de dólares en 2020 y se espera que crezca a más de 90 mil millones de dólares para 2028. Esto demuestra que el cannabis no es sólo una cuestión médica, sino que también se persiguen intereses económicos.
Muchos países ya han legalizado o despenalizado el cannabis, especialmente con fines médicos. Los países donde el cannabis es legal incluyen:
- Canadá: Legalización total del cannabis medicinal y recreativo.
- Estados Unidos: En varios estados, como California y Colorado, el cannabis es legal para uso recreativo, mientras que en muchos otros estados sólo es legal con fines médicos.
- Alemania: Aquí el cannabis está permitido con fines médicos y puede prescribirse bajo condiciones estrictas.
- Países Bajos: Famoso por su uso tolerado en cafeterías.
Sustancias de cannabis disponibles en farmacias y sus efectos secundarios.
En Alemania, varias sustancias de cannabis están disponibles legalmente en las farmacias. Estos incluyen tanto productos que contienen THC como preparados de CBD. A continuación se ofrece una descripción general de las sustancias más comunes y sus efectos:
- Dronabinol (contiene THC)
- Efecto: Alivia el dolor, calma y aumenta el apetito.
- Efectos secundarios: mareos, fatiga, dependencia psicológica, deterioro cognitivo.
- Sativex (combinación THC/CBD)
- Efecto: Alivio de la espasticidad y el dolor.
- Efectos secundarios: náuseas, mareos, somnolencia.
- Epidyolex (contiene CBD)
- Efecto: Anticonvulsivo, antiinflamatorio, relajante.
- Efectos secundarios: fatiga, diarrea, pérdida de apetito.
Conclusión: Cannabis: un arma de doble filo
El cannabis puede parecer tentador a primera vista, especialmente para las personas que padecen enfermedades crónicas como el síndrome de piernas inquietas o la polineuropatía. Parece proporcionar un alivio rápido del dolor, la inquietud y los trastornos del sueño. Pero el precio puede ser alto: dependencia, menor eficacia y consecuencias para la salud a largo plazo. El desarrollo de tolerancia significa que se necesitan dosis cada vez más altas para lograr el mismo efecto. Esto conduce a menudo a un círculo vicioso en el que los síntomas originales no se alivian permanentemente con el consumo, sino que empeoran.
Aunque el cannabidiol (CBD) se promociona como una alternativa más segura, la evidencia científica al respecto aún no está clara. Si bien los estudios muestran que el CBD puede ser eficaz para algunas personas, los efectos parecen variar mucho de persona a persona. En mi caso, Carsten, el CBD ha demostrado poco o ningún efecto, lo que requiere una evaluación realista: el CBD no es un medicamento milagroso, sino que sólo puede funcionar como un componente básico de un concepto de terapia más integral.
Una espiral de dependencia acecha a muchas sustancias , no sólo al cannabis. Los analgésicos, las pastillas para dormir y otros medicamentos recetados para el SPI o la polineuropatía pueden causar los mismos problemas si se usan a largo plazo. El cuerpo se acostumbra a la sustancia, el efecto desaparece y se requieren dosis más altas, lo que aumenta enormemente el riesgo de adicción y efectos secundarios. Estos mecanismos afectan a casi todas las sustancias administradas artificialmente y siempre deben cuestionarse críticamente.
Al final, el mensaje más importante sigue siendo: cualquier forma de tratamiento, ya sea cannabis, CBD u otros medicamentos, debe realizarse con precaución, con un plan sólido y bajo supervisión médica. No existe una “solución rápida” para las enfermedades crónicas y es fundamental considerar cuidadosamente las alternativas y las consecuencias a largo plazo para lograr un alivio seguro y duradero.